Le habia estado mirando a los ojos. El corazón estaba acelerándose. No era para tanto, pero me ponía nervioso. Era el primer encuentro "furtivo" que tenía desde ya hace meses. Y seguía poniéndome nervioso.
Por causa desconocida siempre las cosas no salian como yo queria. Tan pronto como empezo es que se fue definiendo como iba a ser la noche. Total que ella se aburrió de mi. Ni siquiera una conversación decente pude hacer. Falto poco para que la noche me definiera como un perdedor que comencé a decirle cosas sucias. Y eso parecio excitarle de una forma que no me imaginaba. Si, continua -dijo ella con una cara de perversión que no tenia duda iba a llevarme a la noche que habia esperado.
Despues de algunos minutos de estar vacilando entre decir más cosas sucias y el que ella lo pidiese, deje de lado las palabras para tomar accion con las manos. Ella ya estaba mas que dócil, aunque con ciertas "precauciones". No se que fue lo que le excito, pero me aproveche de la situacion. Le tome de la cintura, aprisionandola contra una silla para tomar su boca, que deseaba sellar sus labios a los mios. Y deje de lado eso. Con la otra mano libre, comence a acariciarle la entrepierna con movimientos suaves y tiernos. Y ella, creo, tuvo una noche que no olvidaria hasta el próximo encuentro. Yo tambien.
Por causa desconocida siempre las cosas no salian como yo queria. Tan pronto como empezo es que se fue definiendo como iba a ser la noche. Total que ella se aburrió de mi. Ni siquiera una conversación decente pude hacer. Falto poco para que la noche me definiera como un perdedor que comencé a decirle cosas sucias. Y eso parecio excitarle de una forma que no me imaginaba. Si, continua -dijo ella con una cara de perversión que no tenia duda iba a llevarme a la noche que habia esperado.
Despues de algunos minutos de estar vacilando entre decir más cosas sucias y el que ella lo pidiese, deje de lado las palabras para tomar accion con las manos. Ella ya estaba mas que dócil, aunque con ciertas "precauciones". No se que fue lo que le excito, pero me aproveche de la situacion. Le tome de la cintura, aprisionandola contra una silla para tomar su boca, que deseaba sellar sus labios a los mios. Y deje de lado eso. Con la otra mano libre, comence a acariciarle la entrepierna con movimientos suaves y tiernos. Y ella, creo, tuvo una noche que no olvidaria hasta el próximo encuentro. Yo tambien.
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