La fiesta de la carne en Tlaxcala siempre ha sido vista como una forma de burla hacia los españoles que colonizaron el país. Al ser Tlaxcala el estado cuna de la nación de México, se cuenta con un grado de mestizaje mayor que en los otros estados. O eso es lo que quiero creer.
Una sátira a los bailes majestuosos y pomposos de la Madre Patria que por ese entonces estaba en pañales. Y he aquí el legado, muchos años después en forma de baile tradicional. Los hombres con sus mascaras donde la tez blanca es predominante, barbas y bigote "güero". Las capas bordadas con mucho cuidado y empeño. Las mujeres con sus faldas y tocados hechos de tal forma que no se puedan despeinar un solo ápice.
Y al ritmo de la música, en ocasiones de manera hipnótica o en otras de improviso, el hecho es que esos bailes de salón se trasladan a la calle, donde por un apoyo se ponen a bailar. Lo demás, es parte del mismo espíritu de la fiesta, que por cierto, no se parece en nada a otras fiestas de Carnaval. Esto es mucho más particular.
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