Para muchos, Tlaxcala es un municipio de Puebla que todavía es un pueblo, con sus costumbres arraigadas y algo arcaicas.
Para otros, es un lugar cercano al D.F. separado por la zona montañosa del Estado de México que en algún momento llego a ser parte de Puebla y que consideran, todavía, de Puebla.
Para otros tantos, Tlaxcala es la Cuna de la Nación. Es el lugar donde se dio el mestizaje, donde se inicio (no formalmente) la Conquista de una tierra con luchas internas y que no correspondía en realidad a ningún país. Aztecas vs Tlaxcaltecas. El imperio contra todos.
La realidad es mucho más simple: Tlaxcala por los tiempos de la conquista era una república constituida en Señoríos (los principales Quiahuixtlan, Tizatlan, Tepeticpac y Ocotelulco). Fue en el año 5 pedernal (1348) cuando básicamente comenzó lo que es Tlaxcallan (lugar del pan o las tortillas). Constantemente fue asediada por el imperio Azteca, por la cuestión de pagar tributos, cosa que los Tlaxcaltecas nunca estuvieron dispuestos a hacer, manteniéndose un embargo contra el pueblo. ¿Te suena un poco esa historia? Bueno, eso es porque no ha pasado de moda ciertas tendencias que joden a los pueblos (ya sabes, EUA contra todos).
El pueblo Tlaxcalteca nunca bajo los brazos y de hecho NUNCA pudo ser conquistado por el Imperio Azteca (¡a güevo!). Durante la construcción de lo que fue México en los siguientes siglos, se trato de volver a Tlaxcala parte de Puebla, pero gracias algunos aguerridos estrategas y políticos naturales, se mantuvo la independencia e importancia de un estado que si bien pequeños, contiene la mayor parte de un país que lamentablemente en estos días, sigue siendo esclavizado por algunos que nunca se fueron y otros quieres ser (USA y los wannabes del PRIANRD).
Dice una frase que "Para saber a donde vas, hay que saber de donde vienes".
Pequeño pero grande.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario