Dicen que aquellos que no tienen memoria están condenados a repetir errores del pasado. Bueno, esta semana recordaron la mala vida que solían recibir, y aceptaron de nueva cuenta sin remordimiento alguno, sin vistazo alguno al pasado, volver a la vida de antaño. Me hubiese gustado ver a mi triste país crecer, pero siendo fiel al Síndrome del Cangrejo, no es así.
Nos maravillamos de como le sonreímos y hacemos fiesta a la muerte. De como somos fiesteros. De como salimos triunfantes a los problemas cotidianos, a la crisis, a la depresiones. De como hablan de México en el extranjero, alabando su forma de trabajo, de su empeño. Pero esta semana, me da vergüenza por los otros mexicanos. Esos que no tienen memoria. Esos que no tienen vergüenza de venderse y prostituirse por miseros $500. Esos que aceptan los resultados de algo ilegitimo. De algo que no hay certeza aún. Esos mexicanos que me dan asco.
Solo de una cosa estoy seguro... la olla de presión esta a punto de explotar. Y no quiero estar ahí cuando eso ocurra.
P.S. O tal vez si. Necesitamos héroes.
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