De entre todos los animales que existen en el planeta, tal vez el más inteligente, audaz y temerario sea el ser humano. Aunque también el más estúpido: No aprende de sus errores, suele caminar en la misma dirección y se empeña en poseer y sufrir. Tal vez es por eso que esa clase de programas baratos (¡horror!) de la TV funcionan. Nos encanta ver y disfrutar del dolor (ajeno y propio).
Mi trabajo actual conlleva trabajar de cerca con la gente. Y es fascinante el ver a cada individuo (o colectivo) comportarse. Los tiempos pueden ser bueno o malos, pero aún hay un dejo de esperanza que no desaparece fácilmente. Pero al mismo tiempo comparte cama con la mediocridad. Forzada unas veces y otras aceptada sin tregua alguna. Es algo que les gusta a algunos. Modus vivendi. Living style. Es algo que no soporto todavía... y hay que cuidarse mucho porque parece plaga. Es contagioso.
Frente en alto, algo de sueño por levantarse temprano. Por lo menos un ingreso decente o siquiera para que alcance uno a tragar bien. Honestidad en algunos que les hace levantar ese orgullo caído una noche anterior. Al otro lado de la calle se asoma el otro lado de la moneda: aquel que quiere fastidiar. Un cangrejito mexicano. Pero cuando pasa la calle, es aplastado. No alcanza su meta. ¡Mejor!
Son muchos los sueños que todavía hay. Espero que algunos vayan a real D. Si no, esto no valió la pena.
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