Es de momentos en que uno se pone a pensar (mi caso, ejemplo) en si uno es lo suficientemente bueno para realizar algo. Lo digo, porque parece que a ojos de los de RH de cada empresa/servicio/oficina/individuo es que uno simplemente no tiene cabida en este planeta y menos en el lugar que destinamos nuestra atención, esfuerzo y papel en CV.
Me viene a la mente las veces que viajaba lleno de ilusiones. La mayoría al D.F. Otras tantas a Puebla. Otras pocas al Edo. de México. Y unas pocas a Guanajuato. Me viene a la mente el recuerdo de aquellos lugares donde mi presencia fuera de las instalaciones de grandes y poderosas empresas eran opacadas por meros guardias de seguridad que con el ego más alto que sus botas y adornados con un aura de mediocridad rompían (si, me toco!!!) el CV que minutos antes le había dado. Menudo error... si, lo sé. Y todavía el hijo de puta me miraba con ojos de desprecio. Si, un hijo de puta, pero con trabajo al final de cuentas.
Encontrar trabajo, y todavía más, bien remunerado, es una odisea tremenda en México. Quienes hayan visitado como peregrinación algunos parques industriales o ferias de empleo sabrá a lo que me refiero. Es un hecho que en este país, nos hace falta muchas cosas, y nos sobra en demasía otras. Nos falta honestidad. Nos sobra malicia. Pensándolo bien, en todas partes es igual, pero aquí se entremezcla ese llamado complejo (yo le sigo diciendo Síndrome) del Cangrejo. Al menos los anglosajones se "ayudan" entre ellos. Una razón deben de tener para hacerlo siempre, y al momento creo que les ha funcionado. En mexicalpan de las tunas parece ser que lo traemos implantado en el cerebro "BLOQUEAR A TUS SEMEJANTES LO MÁS QUE PUEDAS".
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