Solía hacer proyecciones de como seria gobernar el mundo. Que podría hacer con el poder absoluto que había estado soñando desde ya hacia tiempo. Que podría cambiar... ¿Acaso podría pasar a la historia como alguien de verdad?¿ Podría yo gobernar el mundo?
El alcohol realizo su función. Ya era una hora importante de la madrugada. Y encontré regocijo en mi sillón. Siempre mi salvador. Decidí olvidar todo, inclusive el ir con mi familia en víspera de año nuevo. Me sentía todavía deprimido de lo que había sufrido a lo largo del año. Y mi mejor amigo esa noche fue una botella de Jack Daniels, mi teléfono celular y una bolsa de cacahuates, así como una cajetilla de Dunham.
Decidí aventar la historia de mi vida a un cesto de basura. Había decidió escribir mis experiencias a mano. Mande al carajo la computadora y recordé el viejo estilo. Era una especie de exorcismo personal.
Había comenzado a escribir. Llevaba una hoja. Y me solte a llorar.
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