-prologo-
Cada día que pasa, te quiero más. Porque me haces reir.
Porque soportas mi presencia.
Porque soportas mis malos chistes.
Porque soportas mi mirada.
Pero también tengo miedo.
Porque se que de una u otra forma no estoy contigo.
Porque odias mi mal humor.
Porque odias que llegue tarde.
Porque no soy un buen caballero.
Porque no soy detallista.
Porque sabes como soy y sabes que no puedo cambiar. No quiero cambiar.
Te quiero porque se que allí estarás.
Pero te odio porque se que te irás tarde o temprano.
Te quiero porque estas en cada flor que veo.
Te odio porque estas tan ausente.
Te quiero porque tu presencia me ilumina, porque soy feliz como un rey.
Te odio porque cuando no estas conmigo, la vida se me hace aburrida.
Al final, se que allí seguirás, varada y linda como siempre.
Con esa tierna mirada.
Con ese fulgor en tus ojos, con tus dedos jugueteando tu cabello.
Porque cada paso que das, lo haces de una manera especial.
Porque te distingues.
Porque eres diferente a las demás.
Te quiero, niña.
Simplemente te quiero.
Cuando me di cuenta, ella ya estaba lejos. Y yo iba en otra dirección.
